Estaban sin hacer nada una noche de septiembre en casa del soda. Ahí estaba el pantera (más chingón que el de la tele), rubio, el caifán, el brujo y el yogo, o el drogo, como guste usté.
De repente el pantera dice: vamos a la feria güeyes, orita está en la puerta el primo y nos da chance de entrar. Nos vimos las bolsas del pantalón y encontramos solo la borrita del algodón y unas fichas que no estaban premiadas. Iren, vuelve a decir el panterita del ring, traigo para pagar un taxi, nos vamos todos y estando allá a ver como le hacemos pero la vamos a pasar bien. Ok, dijo el resto, y enfilaron hacia el lugar.
Ya estando en la puerta efectivamente estaba el primacho pidiendo boletos, grita uno: ¿cómo nos van a cobrar si este es un paseo de la raza?, ¡no queremos pagar, chingao!, toda la gente que ya estaba entrando ve con desprecio a este ente del mal, aunque uno que otro le da la razón, -sí está muy caro pero tal día es gratis-, nel seño, yo quiero entrar orita, primo ve al pantera y le dice: ya calla a ese cabrón y pásenle, hagan como que pagan y como que me dan el boletito pero sin hacerla de pex.
La banda agarraditos de la mano pasan sin ver a unos polis que se les quedan viendo, pinches mugrosos, greñudos jijos de su hippy madre, pero nomás lo piensan, no lo dicen porque son muy decentes ellos. Ya estando dentro de las instalaciones afilan sus narizotas coloradas buscando lugares donde el alcohol haga sus estragos, miran un stand de la corona. En aquel tiempo regalaban la cheve cuando entrabas a ver un muy bonito video de las instalaciones de la cervecería modelo, unas edecanes te regalaban a la entrada un bote.
Ni tardos ni etcéteras pasan por su bote y se meten a ver el video, lo repiten seis veces seis, hasta que las chavas de las cheves les dicen que mejor le ganen o le llaman a la poli. Como regalo por su buen modo de correrlos el soda vomita dentro del stand, nadie se da cuenta porque nomás ellos entraban a ver el video y además está oscuro, pero el olor a cheve no lo oculta. Ok nos vamos pero conste que no nos gusta su cerveza, guac.
Ya con unas cheves encima se dan valor pa seguir chupando gratis, llegan a un restaurant bar con música en vivo, suena algo como rock de adentro, el brujo, el rubio y el soda se acercan viendo el modo de entrar; por la puerta no, hay cover, dan la vuelta y miran que hay una entrada como de meseros. Brujo dice: por aquí, si preguntan digan que vienen con el grupo, se meten y un mesero los ve y pregunta, ¿y ustedes qué? venimos con la banda, ah ok, pásenle, ahí esta su mesa, nos sentamos y ven un grupillo que quiere tocar rolas de los caifanes y de los héroes del silencio.
Pedimos una botella de tequila, tómensela rápido porque estos ya van a terminar y hay que darse a la fuga. Se chingan la botella, aplauden y se van a las mesas a buscar alguna cara familiar, adentro ya esta el pantera, ¿cómo entraste? pos les dije que venía con la banda, la que canta es mi prima, ¡no mames! nosotros entramos por la back door man, ya pedimos un servicio y ya nos vamos, pero antes de llegar a la puerta una chava para al brujo, ¿quiubo güey? a cabrón, qué onda, es una compañera de la escuela ya pedita, se dan un revolcón y le dice este: sabes que ya nos vamos porque así y asá, no hay lío mi güen, ¿cuánto se debe? no sé, pero pide algo pa la raza ¿no? pidan, yo pago, dice la amiga que todos quieren.
Después de pagar los platos rotos se van con las chavas a otro lado, hasta que a estas se les acaba el dinero mandan a la verga a los vividores, como debe ser, pero estos ya andan como quieren, logran su cometido, en la puerta de salida se topan con el drogo y el caifán, que se siguieron metiendo al stand de la corona hasta que la fuerza de la ley los sacó y los dejó en la puerta. Antes de tomar un taxi de regreso dice black panter: no hay lana para el taxi, así que pedimos al taxista que nos deje en el callejón y al salir del taxi chingue su madre el que no corra, yastás dicen todos, menos el rubio a quien se le ve cara de preocupación.
Toman el taxi, le dan el rumbo, llegan al callejón que es un lugar oscuro y tiene varias entradas y salidas, al pisar suelo, grita pantera: a correr putooooos, pero antes este tipo -a quien le dicen el pantera porque está prieto y mide como dos metros y parece ropero- le da un zape al taxista que lo deja atontado lo suficiente para que estas cucarachas huyan a la oscuridad. Nomás se oyen los golpes de las botas en el suelo, los gritos del taxista, que no sabe pa donde correr, el brujo y el rubio se meten a un multifamiliar y se esconden en un tinaco, el rubio le dice al brujo, no mames cabrón nos van a agarrar, me siento sucio, bu, el brujo no cree lo que oyen sus orejas, ora resulta que este es puta y no le gusta el oficio, ¡mira? Pero no le dice nada porque el taxista ya los anda buscando con una patrulla, nomás se ven las luces de las sirenas y los radios.
Ahí se quedan mimetizados con el tinaco como dos horas más, cuando ven que ya se fue la trulla tocan una de las puertas hasta que abre el paco, los ve y dice: ¿a ustedes los andan buscando, cabrones? Este par de querubines dicen, noo cómo crees, ¿tienes pisto? -Sí, pásenle, no hay nadie-, dale algo a mi compa el rubio, dice el brujo, stá sustao, muchas emociones fuertes para él y préstale tu baño, dice que se siente sucio, no entiendo por qué. Ni hablar, este chavo no nació para esto. Al otro día se ven todos en casa del soda, todos completos y sanos, otra noche más, ninguna novedad.
De repente el pantera dice: vamos a la feria güeyes, orita está en la puerta el primo y nos da chance de entrar. Nos vimos las bolsas del pantalón y encontramos solo la borrita del algodón y unas fichas que no estaban premiadas. Iren, vuelve a decir el panterita del ring, traigo para pagar un taxi, nos vamos todos y estando allá a ver como le hacemos pero la vamos a pasar bien. Ok, dijo el resto, y enfilaron hacia el lugar.
Ya estando en la puerta efectivamente estaba el primacho pidiendo boletos, grita uno: ¿cómo nos van a cobrar si este es un paseo de la raza?, ¡no queremos pagar, chingao!, toda la gente que ya estaba entrando ve con desprecio a este ente del mal, aunque uno que otro le da la razón, -sí está muy caro pero tal día es gratis-, nel seño, yo quiero entrar orita, primo ve al pantera y le dice: ya calla a ese cabrón y pásenle, hagan como que pagan y como que me dan el boletito pero sin hacerla de pex.
La banda agarraditos de la mano pasan sin ver a unos polis que se les quedan viendo, pinches mugrosos, greñudos jijos de su hippy madre, pero nomás lo piensan, no lo dicen porque son muy decentes ellos. Ya estando dentro de las instalaciones afilan sus narizotas coloradas buscando lugares donde el alcohol haga sus estragos, miran un stand de la corona. En aquel tiempo regalaban la cheve cuando entrabas a ver un muy bonito video de las instalaciones de la cervecería modelo, unas edecanes te regalaban a la entrada un bote.
Ni tardos ni etcéteras pasan por su bote y se meten a ver el video, lo repiten seis veces seis, hasta que las chavas de las cheves les dicen que mejor le ganen o le llaman a la poli. Como regalo por su buen modo de correrlos el soda vomita dentro del stand, nadie se da cuenta porque nomás ellos entraban a ver el video y además está oscuro, pero el olor a cheve no lo oculta. Ok nos vamos pero conste que no nos gusta su cerveza, guac.
Ya con unas cheves encima se dan valor pa seguir chupando gratis, llegan a un restaurant bar con música en vivo, suena algo como rock de adentro, el brujo, el rubio y el soda se acercan viendo el modo de entrar; por la puerta no, hay cover, dan la vuelta y miran que hay una entrada como de meseros. Brujo dice: por aquí, si preguntan digan que vienen con el grupo, se meten y un mesero los ve y pregunta, ¿y ustedes qué? venimos con la banda, ah ok, pásenle, ahí esta su mesa, nos sentamos y ven un grupillo que quiere tocar rolas de los caifanes y de los héroes del silencio.
Pedimos una botella de tequila, tómensela rápido porque estos ya van a terminar y hay que darse a la fuga. Se chingan la botella, aplauden y se van a las mesas a buscar alguna cara familiar, adentro ya esta el pantera, ¿cómo entraste? pos les dije que venía con la banda, la que canta es mi prima, ¡no mames! nosotros entramos por la back door man, ya pedimos un servicio y ya nos vamos, pero antes de llegar a la puerta una chava para al brujo, ¿quiubo güey? a cabrón, qué onda, es una compañera de la escuela ya pedita, se dan un revolcón y le dice este: sabes que ya nos vamos porque así y asá, no hay lío mi güen, ¿cuánto se debe? no sé, pero pide algo pa la raza ¿no? pidan, yo pago, dice la amiga que todos quieren.
Después de pagar los platos rotos se van con las chavas a otro lado, hasta que a estas se les acaba el dinero mandan a la verga a los vividores, como debe ser, pero estos ya andan como quieren, logran su cometido, en la puerta de salida se topan con el drogo y el caifán, que se siguieron metiendo al stand de la corona hasta que la fuerza de la ley los sacó y los dejó en la puerta. Antes de tomar un taxi de regreso dice black panter: no hay lana para el taxi, así que pedimos al taxista que nos deje en el callejón y al salir del taxi chingue su madre el que no corra, yastás dicen todos, menos el rubio a quien se le ve cara de preocupación.
Toman el taxi, le dan el rumbo, llegan al callejón que es un lugar oscuro y tiene varias entradas y salidas, al pisar suelo, grita pantera: a correr putooooos, pero antes este tipo -a quien le dicen el pantera porque está prieto y mide como dos metros y parece ropero- le da un zape al taxista que lo deja atontado lo suficiente para que estas cucarachas huyan a la oscuridad. Nomás se oyen los golpes de las botas en el suelo, los gritos del taxista, que no sabe pa donde correr, el brujo y el rubio se meten a un multifamiliar y se esconden en un tinaco, el rubio le dice al brujo, no mames cabrón nos van a agarrar, me siento sucio, bu, el brujo no cree lo que oyen sus orejas, ora resulta que este es puta y no le gusta el oficio, ¡mira? Pero no le dice nada porque el taxista ya los anda buscando con una patrulla, nomás se ven las luces de las sirenas y los radios.
Ahí se quedan mimetizados con el tinaco como dos horas más, cuando ven que ya se fue la trulla tocan una de las puertas hasta que abre el paco, los ve y dice: ¿a ustedes los andan buscando, cabrones? Este par de querubines dicen, noo cómo crees, ¿tienes pisto? -Sí, pásenle, no hay nadie-, dale algo a mi compa el rubio, dice el brujo, stá sustao, muchas emociones fuertes para él y préstale tu baño, dice que se siente sucio, no entiendo por qué. Ni hablar, este chavo no nació para esto. Al otro día se ven todos en casa del soda, todos completos y sanos, otra noche más, ninguna novedad.
1 cuadros de papel higiénico:
notas mentales ('ora dictadas al celular, según la moda "rayada"):
-si algún día me vuelvo taxista no levantar gente que se vea decente, como los del relato
-si algún día vuelvo a tener lana ponerme a pagar las rondas de mis cuates y sus cuates, pa' que luego me inmortalicen en un relato
-si algún día reabren el stand de la corona fijarme bien en el piso, no vaya a ser la vomitada
-regalarle un jabón a rubio, si algún día se cruza en mi camino
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