miércoles, 19 de marzo de 2008

El arte de arrojarse al vacío y no morir en el intento

En su libro Relatos de poder Carlos Castaneda cuenta como en la última prueba, para llegar a ser un hombre de conocimiento, Don Juan lo hace saltar junto con sus dos discípulos al fondo de una barranca, los hace saltar como un acto de fe del guerrero.

Al ir cayendo los tres, sus cuerpos se desintegran y cada una de sus partículas tenían conciencia en sí misma y en su relación con los demás, en fracción de segundos y mientras caíian pudieron ver como Don Juan se desvanece; todo esto lo recordaba mientras escuchaba el nuevo disco de La Barranca, PROVIDENCIA, dado que el significado de esta palabra es esa: disposición que se toma ante un lance / adoptar una determinación.

Creo que no hay mejor nombre para este disco, dado el contexto histórico en el que fue hecho: desde la separación de los que anteriormente acompañaban a José Manuel Aguilera, como el hecho de que se encuentra con sus dos acompañantes del principio de ese viaje llamado La Barranca, tanto Federico Fong como André vuelven a darle el toque a un sonido que regresa por sus fueros, como una unidad que nunca se fue y en el camino se hizo mas fuerte.

Este disco para mi punto de vista es un disco de rompimiento y búsqueda, Aguilera busca y a veces consigue darle vuelta a su historia dentro del rock haciendo cosas que en sus otros discos no se le oyen hacer, como el modo de cantar y de interpretar algunas de las piezas de este disco, así como la forma de hacer las canciones que se nota, le trata de dar un toque con la fuerza de un trío de viejos lobos que ya saben de que lado masca la iguana, dándose impulso sin que en realidad ninguno sobresalga de los demás: un disco de unidad. Un disco de reencuentro y un salto al vacío en busca de nuevas formas, aunque las canciones de manufactura cien por ciento barranqueña sean las que logran más fuerza dentro del disco, tal es el caso de esa extraordinaria canción que es Corcel, canción que galopa materialmente con los bajos de Fong, donde uno puede "ver" la canción en un fenómeno extraordinario de percepción. También resaltan Gracia plena, Malecón y San Miguel, con esa belleza de lo simple y con un letra extraordinaria.

Se agradece siempre a José Manuel este tipo de discos, maduros, de búsqueda y que siempre tenga el impulso para saltar al vacío y no morir en el intento, es más: siempre vuelve más sabio y más comprometido con su gente y con su arte.

Escuchen PROVIDENCIA y arrójense sin miedo.


2 cuadros de papel higiénico:

i dijo...

Corcel es LA rola -si tuviera que elegir una sola de Providencia-

salud por quienes se arrojan a esta Barranca

Lu García dijo...

pos yo en el plan más masoquista que soy capaz de confesar, me inclino por Atroz.

Salud!!!