miércoles, 18 de marzo de 2009

Radiohead en el Foro Sol

La noche del 16 de marzo fuimos testigos de uno de los mejores conciertos que se han dado en la Ciudad de México en este 2009.

La noche presagiaba tormenta, una nube amenazante sobre el Foro Sol no dejaba de molestar con su chipi-chipi. ¿El Foro Sol con lluvia? Que ironía.

LOS ROBOTS SE INVENTARON EN ALEMANIA
La noche la abrió el grupo alemán de música electrónica Kraftwerk, cuarteto de hombres máquina que hipnotizó con su electrónica de avanzada. A pesar de que la banda nació por ahí de principios de los setenta, demostraron que sus atmósferas no pertenecen a un tiempo determinado, aunque se ve que aquí surgió mucha de la música llamada "electrónica" que en el futuro sería copiada por miles de dj's.

Y LA NAVE BAJÓ
Como si se tratara de la pelicula de Spielberg Encuentros cercanos del tercer tipo, donde los extraterrestres se comunican con los humanos a través de música y luces, el quinteto británico presenta para sus conciertos una cortina de leds y una pantalla donde se dibujan sensaciones, donde las emociones tienen colores y texturas, donde los ojos de Yorke se funden en el infinito con las supernovas, con la piel de los miles de fanáticos que se entregaron a cada acorde desde que el grupo de extraterrestres abrió la noche con 15 steps.

Después de eso ya nada sería igual para los que estuvimos ahi, fuimos testigos de que la nave nodriza bajaba poco a poco sobre el foro, de que se comunicaba con nosotros en un idioma que extrañamente todos los ahí reunidos entendíamos, con el hiperquinético de Thom al frente gruñendo, moviéndose como poseído con la música de sus compañeros, como un muñeco recibiendo choques eléctricos, bailando al ritmo de las almas de las más de 55 mil personas ahí reunidas.

ANDROIDE PARANOIDE
Cada canción es un viaje que a veces no tiene retorno. Este grupo de personajes con transtornos maniaco depresivos demuestran que sus obsesiones son más que pose de rockstar. Dos veces se quedó en la atmósfera la canción Exit music (for a film), que por una u otra razón no pudieron terminar de tocar. Yorke se sale del escenario por espacio de cinco minutos, en los que los humanos ahí reunidos volvemos a tocar el piso. Despúes vendría la furia sacada de la mejor manera, tocando sin concesiones una guitarra atronante, de manera desquiciante; esto es pues el espíritu del rocanrol.

Más de dos horas despúes y sin más qué decir, y a manera de agradecimiento por el recibimiento de la banda azteca, y donde en algunos momentos hasta Yorke se carcajeaba en el micrófono, cerraron la noche con una canción que sin necesidad de sonar a lugar común es un himno, sí señoras y señoritas, caballeros y bolitas: ¡Creep!

Despúes de eso la nave tomó altura y desapareció. Los que fuimos testigos podemos decir que así fue, que los seres de otros mundos existen y que esa noche del 16 de marzo se pudo constatar en el Foro Sol de la Ciudad de México. Y para muestra más real, aquí uno de los muchos videos que los que sabían no les iban a creer tomaron esa noche.


lunes, 9 de marzo de 2009

Jaime López en Saltillo o "Tengo la edad del rocanrol"

Jaime López siempre será fronterizo, y en las fronteras están los extremos (que ya sabemos que se tocan) y con el oriundo de Matamoros no es la excepción. Acá está el buen rocanrol, la música norteña, el recuerdo de los grandes como Piporro o Clavillazo, el rap nacional, el blues chilango y una cantidad de buen humor que salva de la solemnidad al mejor letrista del rock mexicano actualmente.

Su presentación en Saltillo la salvó el socarrón de Jaime con su voz aguardientosa y su guitarra que parece que ha viajado con él en ese vagón de vagabundos, de un público escaso y apagado a veces, "pocos pero expansivos" como dijo él mismo en algún momento de la presentación; aunque la energía sólo viajaba en un senido dentro del teatro de Saltillo, nunca se "agüitó" el Hotel Garage, al contrario: como buen toro de lidia se creció al castigo y entregó en poco más de dos horas un espectáculo lleno de buenos momentos y entrega total a su escaso pero fiel público, que disfrutó casi en su totalidad de los discos Grande Sexi Tos y Por los arrabales, grabaciones de diferente manofactura pero ejecutadas de manera espléndida por esa banda de acompañamiento (José Luis Domínguez en la lira, Iván García en la bataca) que hace crecer al viejo lobo, que además como los mejores tequilas y aguardientes, entre más viejos saben mejor.

Jaime demuestra su grandeza de manera contundente al despojarse del Hotel Garage en parte del concierto y solo, primero con su pura voz y armónica y después con su guitarra "54", pasando de un clásico de su discografía a otro sin bajar los brazos, tirando al aire, taconeando el piso, bailando como pachuco, armando el borlote, gritando a todo pulmón riéndose de el mismo, moviéndose como tanguero sin acordeón, despidiéndose sin quererse ir. Y para muestra de lo que digo ahí les mando este video de dicha presentación, que ojala disfruten como lo disfrutamos quienes estuvimos ahí. Que les sea leve y ¡salud!