lunes, 9 de marzo de 2009

Jaime López en Saltillo o "Tengo la edad del rocanrol"

Jaime López siempre será fronterizo, y en las fronteras están los extremos (que ya sabemos que se tocan) y con el oriundo de Matamoros no es la excepción. Acá está el buen rocanrol, la música norteña, el recuerdo de los grandes como Piporro o Clavillazo, el rap nacional, el blues chilango y una cantidad de buen humor que salva de la solemnidad al mejor letrista del rock mexicano actualmente.

Su presentación en Saltillo la salvó el socarrón de Jaime con su voz aguardientosa y su guitarra que parece que ha viajado con él en ese vagón de vagabundos, de un público escaso y apagado a veces, "pocos pero expansivos" como dijo él mismo en algún momento de la presentación; aunque la energía sólo viajaba en un senido dentro del teatro de Saltillo, nunca se "agüitó" el Hotel Garage, al contrario: como buen toro de lidia se creció al castigo y entregó en poco más de dos horas un espectáculo lleno de buenos momentos y entrega total a su escaso pero fiel público, que disfrutó casi en su totalidad de los discos Grande Sexi Tos y Por los arrabales, grabaciones de diferente manofactura pero ejecutadas de manera espléndida por esa banda de acompañamiento (José Luis Domínguez en la lira, Iván García en la bataca) que hace crecer al viejo lobo, que además como los mejores tequilas y aguardientes, entre más viejos saben mejor.

Jaime demuestra su grandeza de manera contundente al despojarse del Hotel Garage en parte del concierto y solo, primero con su pura voz y armónica y después con su guitarra "54", pasando de un clásico de su discografía a otro sin bajar los brazos, tirando al aire, taconeando el piso, bailando como pachuco, armando el borlote, gritando a todo pulmón riéndose de el mismo, moviéndose como tanguero sin acordeón, despidiéndose sin quererse ir. Y para muestra de lo que digo ahí les mando este video de dicha presentación, que ojala disfruten como lo disfrutamos quienes estuvimos ahí. Que les sea leve y ¡salud!

1 cuadros de papel higiénico:

El Alacrán dijo...

Chida resena. Como me hubiera gustado estar ahi!

Besos.